CANADÁ

Está en el fin del mundo y en el centro del mio, el eterno camino que me lleva de vuelta siempre a casa.
La Bella Provincia de Canadá tiene los brazos abiertos, azules como el San Lorenzo que la atrapa entre sus dos orillas y se desemboca en su seno.
Ella es un tejido mestizo, le gusta comer, beber y pasarlo bien, a ella no le gusta las cosas complicadas. ¡La Provincia es una buena vividora!
El Quebec es un lugar donde las amistades sinceras son un guiño de ojo al tiempo, un apretón de manos al pasar, un cierto deseo de ser querido y apreciado.
Cómo hacer de otra manera que de admirar toda esta voluntad construida de sueños creadores y de realizaciónes reales. Fuerzas brutas y francos pensadores, enjambres de abejas donde en cada alvéolo el secreto de la risa!


